El objetivo de estos circuitos, que se enmarcan dentro del Plan de Gestión de Obras del Programa Quiero mi Barrio, es incrementar el desarraigo con el espacio público, fortaleciendo el compromiso comunitario de sus habitantes a través del mejoramiento de la infraestructura en el lugar donde residen, de tal modo que se consolide dicha zona que está destinada al encuentro.
Las obras contribuyen a que la comunidad mejore su calidad de vida, nos cuenta la vecina Carmen Valenzuela, “están quedando bonita las veredas. Acá antes no había nada, puro cemento. Tiraban basura. La gente se estacionaba encima y se veía feo”
Mientras que Jorge Contreras y su señora Hilda, propietarios en el sector, señalan que “antes daba miedo pasar por aquí, era como una guarida que tenían los delincuentes. Por eso es que este mejoramiento debería servir para estar más seguros. Así mejora el barrio, para que se vea más bonito”
En las próximas semanas, también con la presencia de los vecinos del Valle de la Luna, se revisarán las obras con el 70% de los avances.