Cada vez son más los niños que se acercan a la sede vecinal de la villa Santa Catalina II, de la comuna de Puente Alto, para participar en el taller de máscaras que se realiza una vez a la semana en el barrio, en una alianza realizada entre el Programa Quiero Mi Barrio y la Corporación Cultural Balmaceda Arte Joven.

El taller, que se encuentra en sus primeras sesiones, ha tenido gran acogida en la comunidad donde el número de niños que asiste se ha ido incrementando semana tras semana, promoviendo una instancia que hasta ahora era inexistente en el barrio.

Rosa Parra, Secretaria del Consejo Vecinal de Desarrollo, valora que se estén llevando a cabo este tipo de acciones en el barrio y destaca el rol que el Programa ha cumplido en el barrio El Volcán-Santa Catalina II-Estaciones Ferroviarias. “Acá con el Quiero Mi Barrio se han ido suscitando instancias para que participen los niños y se hagan las actividades para ellos. Antes no se hacían estas cosas. Hace dos años que trabajamos con el Quiero Mi Barrio y hemos ido logrando que se vayan integrando diferentes actividades”, señaló la vecina.

La instancia ha servido para que los niños realicen obras artísticas como dibujar, pintar y hacer antifaces, además de ser destacada por los vecinos como un espacio en donde los niños pueden disfrutar saliendo de la cotidianeidad. Maria Rodríguez, abuela de dos niñas asistentes al taller destaca que “los niños se entretienen harto, están toda la semana esperando el día viernes para venir al taller. Y vienen varios que en vez de andar en la calle vienen para acá. Desde ese punto de vista es mucho mejor”.

El taller se seguirá desarrollando hasta el mes de enero en el barrio, una decisión acertada porque promueve que los niños y vecinos aprendan cosas nuevas, pero además que se conozcan y definan ellos mismo qué hacer con los materiales que tienen. Darío González, profesor del taller destaca el proceso que se está llevando a cabo porque “trabajar la manualidad es muy interesante, porque uno conversa, entonces uno se mete un poco a saber cómo está la persona. Entonces estamos en un tema social muy importante”.

Se espera que para finalizar el proceso, los niños y los vecinos realicen una obra de mayor envergadura definida por ellos mismos y que les permita hacerse presente en distintas actividades del barrio, mostrando el trabajo que realizaron durante este tiempo en el taller de máscaras.