Manejar en forma óptima, democrática y participativa, normada y consensuada el Centro Cultural y Social Millalemu, fue uno de los objetivos que guio la escuela, que contó con el aporte de la División de Organizaciones Sociales D.O.S. del Ministerio Secretaría General de Gobierno.

Para la dirigente Marta Cifuentes, el desarrollo de la escuela fue muy útil para ella y para los demás asistentes “ha sido de mucha ayuda en esta población porque realmente estábamos muy dormidos, muy entrados en nuestras casas y esta escuela nos hizo movernos (…) aquí hemos aprendido mucho, estamos felices con todos los talleres que nos han dado”, nos cuenta.

“A pesar de que yo vivo hace 40 años aquí, conocía vecinas de esa época, pero nunca había compartido con ellas, sabía dónde vivían, pero nunca había estado con ellas en buena onda, tomadas de las manos y conociéndolas, entre comillas el tiempo que estuvimos, un poquito más”, agrega otra de las dirigentes del sector, María Flores.

Para Orietta Ferreccio, miembro del equipo de barrio y una de las monitoras sociales a cargo, el proceso fue muy enriquecedor “al principio llegaron entusiastas, pero en el proceso, adquirieron un gran compromiso impensado, por ejemplo: al principio las llamaba el día anterior o el mismo día, después me dije no lo haré más, y llegaron siempre todas, con una alta participación, muy enriquecedora”, nos relata.

Dentro de la última sesión, una joven del barrio que nadie conocía pidió ser incorporada en el Centro Cultural, aunque ella no había participado en la Escuela de Dirigentes, generando en el colectivo una inmediata adhesión, le explicaron que estaba aún en construcción y que todas las organizaciones sociales del barrio tendrán su turno para ocupar el Centro.  Incluso le explicaron dónde pedir apoyo para desarrollar el taller que quería, de manera transitoria.

La joven al final no era del barrio sino monitora, lo que de alguna manera ayudó a graficar a través del teatro, una de las problemáticas que enfrentará el colectivo al tener que abrirse a nuevas organizaciones que querrán hacer uso de este bien comunitario, sacando aplausos de parte de los profesores de esta escuela de invierno, que nunca esperaron una respuesta tan positiva entre sus alumnas. Digamos que todo el colectivo del barrio Millalemu aprobó con nota máxima.